Un poète maudit (a. de CMR)

Publicado 21 abril 2011 por Lolo Morales
Categorías: Antología Poética, Carlos Martínez Rivas, Güegüense Mío y Otros Versos, La Leyenda de los Sueños, Poemas de Lolo Morales

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Lolo Morales con el poeta Carlos Martínez Rivas1996

«No todo aquél que dice Carlos, Carlos, entrará al reino de los cielos»

Verso profundo
necesito
para vivir.

Aristócrata dilettanti
y estúpido
me llamarías
si jamás
quisieras escucharme.

Asombrado estoy
de tu lira y tu virtud fatal.
De tu verso raro estoy desnudo.

Enséñame aeda nocturno
a descifrar los abismales
derroches de tu mente.

Lolo Morales. Managua 1986, poema dedicado al maestro Carlos Martínez Rivas antes de su muerte.

+ CRÍTICA AL ARS EROTICUM DE YELBA CLARISA BERRIOS MOLIERI

Publicado 20 abril 2011 por Lolo Morales
Categorías: Ars eroticum, Crítica del arte, General, Poesía Erótica, Yelba Clarisa Berríos Molieri

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Ilustración de la entrada: El amor victorioso. 1602 - 1603. Óleo sobre lienzo. 156 x 113 cm. Mueseo de Gemäldegalerie, Berlín. Caravaggio muestra a Cupido por encima de todos los poderes terrenales: guerra, música, ciencia, gobierno. Autor: Michelangelo Caravaggio

«Lo que es pornografía para una persona es la risa del genio para otra» D. H. Lawrence

Tanto se ha malentendido el arte erótico de nuestra poeta Yelba Clarisa Berríos Molieri que, o bien se cae en la cruda pornografía, o en su cursi eufemismo de muchas autoras locales de poesía erótica de “renombre”, a quienes por el solo hecho de abordar el tema sexual, no importando su calidad estética que es lo que torna imperecedera una obra de arte, los clonados hijos de las vacas sagradas de nuestra puetería contemporánea las han bautizado como “las poetisas de lo erótico”(?). Pero en honor a la verdad lo que estas bellas damitas de nuestra “culta” (?) sociedad, lo que han desarrollado son temas, no una original poética.

El arte erótico es arte en la medida que erotiza al lector, como la poesía de amor debe de enamorarlo para ser poesía. Es así de sencillo sin complicarnos con Freud o Sade. En el arte erótico el artista ha de salvar el riesgo de precipitarse por la vulgaridad o la tontería: Allí va el dios en celo tras la hembra, cantó Rubén Darío demostrándonos que para hablar de sexualidad no es preciso mencionar los órganos sexuales…ni encubrirlos con papel cebolla. Mencionarlos artísticamente es una epopeya de creadores como, por ejemplo, el gran poeta vanguardista francés Guillaume Apollinaire, uno de los más audaces surrealistas de principios del pasado siglo XX, escribió además, en su novela prohibida: Las once mil vergas. Una novela que, tuvo que circular en 1907 clandestinamente, corriendo el riesgo de extraviarse. Esta novela, desde su nombre, Las once mil vergas, fue desahuciada por la moral europea, viéndose a salvo solamente por su legitimidad artística. Apollinaire nos demostró que con arte se pueden escribir las peores canalladas sexuales sin caer en la pornografía, más bien aprovechando esta para hacer un buen arte erótico.

Otro ejemplo de la literatura erótica moderna es la del gran cubano universal José Lezama Lima en su extraordinaria novela Paradiso deleita a sus dilettanti hallazgos felices que confirman a la literatura erótica en particular, y todas las bellas artes en general, como reivindicadoras de aquél mordisco dado a una manzana que posibilitó el arte de vivir.

Pero la gracia que me ocupa en mi discurso es el trato de Yelba Clarisa con el arte erótico, y es a ella a quien voy a examinar detenidamente, siendo propicios los astros, me refiero a una novel poetisa a quién es imposible dejar de examinar su arte además de cantarle ante tanta belleza que exuda.

Mi crítica a su arte poética es más bien un retrato irreverente y sin ambages para una poeta irreverente cuya poesía indigesta la moral de muchas poetisas de nuestro actual panorama nicaragüense.

Nuestra poetimusa, si así le queremos llamar, no es de ésta época, o por lo menos, son muy pocos aquellos los que perciben – o sospechan quizá – la magnitud de su talento y talante que aparece como los grandes astros que deslumbran la bóveda celeste cada cien años con su resplandeciente cola cual veste de novia galáctica, que al ritmo de la musicalidad de sus ideas, radiante emana rutilos de arte erótico puro, inteligencia extrasensorial y belleza superior en su forma más delicada, exótica y culta de expresión artística de la poesía erótica posmodernista – y que – generalmente es confundido con pornografía por la mediocridad del prosaicismo criollo, en medio de una plaza pueril plagada de beatas loras cantoras de sacristías medievales…

Yelba es una estrella encendida a fuego alto y un hoyo negro que todo se lo traga, es una constelación interminable de versos que erotizan al más tieso de los cueros curtidos, es la musa de los más turbados de su imagen de ángel caído, de sus fotos de diabla putanamangana que adoran varones moclines con mocasines, de corbatín y de bastón unos para caminar otros para autocomplacerse. Su poesía santaputasanta canta salsas alegres, mambos estelares que mueven galaxias e invitan al placer.

“Si resultase imputable
de alguna cosa en tu juicio
sería de enloquecerte cuando
me amasas y formas al molde
de tus contorsiones encomiásticas
cuando exudas todas mis fuentes en ti

No hay en mi desnudez desnuda
panegíricos bombos
y puedo gritarte a filo de desgarro
que mis poros uno a uno se llaman como tú
que moldeaste mis entrañas a tu antojo
mi heterónimo absoluto”

Si la poesía erótica de Yelba no es poesía pura ¿qué lo es?
Habría que contestar a esta pregunta si puede alguna una sola nicasiana procesionaria de festivales busca fama que le llegue siquiera al ojuelpié a esta diamantina supernova manufacturera de constelaciones de recursos insospechados de la palabra.

¿Acaso sus versos intimistas y descarnados no enseñan la prístina pureza de un arte celeste vestido de rojo que los moclines literatuchos caitudos y extranjeros quieren desteñir? ¿Acaso es un secreto que ella ha sido plagiada por las pulgas roñosas que en su afán de volar a las estrellas se tropiezan con el ángel que les pone fin a sus insolentes pretensiones?
¿Es ella descifrable?…imposible.
¿Criticable?…hasta el infinito.
¿Prologable?… demasiado pretencioso.
¿Catalogable?…poeta de tiempo completo.
¿Creadora de nuevas formas del arte poético?…hasta la médula de su ser.
¿Con quién se le puede comparar?…que yo tenga conocimiento aún no ha nacido nadie.
¿Deseable?…desde los sátiros dionisíacos hasta el propio Homero.
¿Envidiable?…hasta los mismos dioses del Olimpo.

Cuando la valquiria esteparia ve chorrear la sangre de sus hijos, versos, poemas, amalgama de luceros y estrellas fugaces que rayan la bóveda oscura como ojos de tigre moviéndose tras su presa, su corazón estalla de dolor, pero descubre, al ver la herida, de quién ha sido la mano asesina, y entonces el odio le llena el pecho y ruge pidiendo venganza. La que hasta ahora era una dulce princesita de largas trenzas se volvió una leona herida.

Y la leona rugío:

“soy princesa pendenciera
soy indómita cuando me ruge el latido
cuando osan tirarle piedras a las vasijas
que en mi pacífica trinchera
insuflo en parto autoasistido”

O,

“En mi trenza mal trenzada
en mi taller de alfarera moldeando vasijas
esta foto lleva a la fiera que ruge
a la puta que copula a la Novia del Universo
a la Puta del Parnaso
Eros unción sacramento comulgado
en esta foto estoy en labor y parto
y ningún cerrojo detendrá mis versos
ni los papeles serán movidos por el viento
llevo en mi aliento huracanes insolentes
y laureles en mi frente”

¡Apártense buitres!, que la flecha que lleva clavada en su cuello no deja que la amedranten, cuídense carroñeras miserables y ladinas, que entre los arbustos de la estepa se esconden cuando hay sequía de metáforas. Saben que la leona irá a dormir, y en ese preciso instante, robarán lo que queda en el plato… la manada espera a que la nibelunga se duerma, y las hienas sagazmente se harten dejándola sin comida. Pero ella es más grande, ¡zopilotas!, porque se alimenta del mismo polvo de que están hechas las estrellas, para seguir pariendo cánticos boreales.

Por amor a la literatura mis palabras no son panegíricas, son revelaciones de una deslumbrante Antares que ha nacido para el regocijo de la nueva poesía femenina nicaragüense del siglo XXI.

Entra en la cosmopoética nicaragüense Yelba Clarisa Berríos Molieri la rapsoda que domó al relámpago, y bajo la espuela del viento alza su voz de trueno como para decirnos que ella es como

«río que desemboca en la mar
con el tizón de la herrumbre y retumban los fondos marítimos
ante mis serenatas mágicas cantadas de pentagramas de fuego»

Esta es una crítica al panorama poetil femenino actual y una confirmación más que una defensa, a la excelencia del arte erótico poético en su forma más pura expresado por el delicioso verbo de nuestra poeta Yelba Clarisa Berríos Molieri.

Mi sincero homenaje a una de las poetas del arte erótico más diáfano y bello que más ha permeado en mi vida artística desde que adquirí la sensibilidad y el don de reconocer la belleza, la estética, la inteligencia y la musicalidad de las ideas plasmadas en una de las formas de expresión artística de las bellas artes más extraordinaria y difícil de dominar: La poesía erótica femenina.

La poesía de Yelba es deliciosa, rica y sabrosa como el Mambo, porque es universal. El vasto tiempo y la historia en ella escrita, nos informarán de la suerte de éstos y de los demás versos que escriba y lo que lo que aquí se ha dicho quede esculpido en marmor lunensis de la más regia de la vetas de las minas de Carrara. Por eso y por lo insondable de su poesía me inclino reverentemente ante ella y le canto esta humilde ofrenda…

CANTO A UNA ESTRELLA
(A Yelba Clarisa)

¡Mirad a Antares estallando en versos
pletóricos de constelaciones descarnadas…!
Ícaro quiso acercarse a tus destellos
como rapsoda enamorado,
quedó el divo atrapado en la redes de tu fatua cabellera,
se acercó demasiado al sol,
sus alas derritió sobre tu cintura
al hijo de Dédalo le sobrevino lamento
porque tú eres el sol…poeta
A mi poetisa probad sus versos vosotros
Helenos, Musas y Quíos,
a ella cantadle!!!

Lolo Morales,
Poeta y crítico literario posmodernista.
Managua 19 de Abril de 2011

A Yelba Clarisa Berríos Molieri

Publicado 14 febrero 2011 por Lolo Morales
Categorías: Los Colochos de mi Taller y Otras Virutas, Poemas de Lolo Morales, Poesía

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«Una poetisa a quién es imposible dejar de cantarle ante tanta belleza que exuda». lolomorales»

En los versos de mi amada
no hay estítica
solo hay estética,
mucho menos malabares desteñidos
de plañideras cortesanas.

Aquí está la piedra que brilla
de noche y de día,
cual diamante precioso
en la más alta y lejana
de las galaxias infinitas.

¡Oh! Hefestos, ármala con tu áurea forja
para las batallas celestes que se le vienen encima,
descúbrela oh Zeus y pon celosa a Hera,
dale el don que le diste a Minerva,
para descabezar a las medusas pretenciosas.

Lolo Morales 14 de febrero 2011
Lolo Morales 2011. © Todos los derechos reservados.
https://poesialolomorales.wordpress.com/

Sueños rotos

Publicado 25 enero 2011 por Lolo Morales
Categorías: Antología Poética, La Leyenda de los Sueños, Poemas de Lolo Morales

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Sueños rotos

Sueños de agua termal, oasis inexistente
me deslizo, me arrastro, en mi vida de arena
ciego a la luz me siento, serpiente soy.

Presiento el placer, me contraigo, te alcanzo
desesperan mis dedos por poseerte
estás allí casi puedo rozarte, avanzo
tan real besas mis labios derramando mieles
tan real sitias mi piel con tus tibias manos
tan real juegas el juego que te lleva a beberme…

¡Sueños! ¡Cuando te siento desapareces!
¡Sueños! Penetrarte apenas
darte el cielo, de azúcar de amor empalagarte quiero!
¡Sueños! Que me das tu amor y tu pena
que te hace una sombra entre mis brazos
que baña de dulzura lo que a otros quema!
¡Sueños! Hablarle de amor, ser alguien distinto
cansarla en orgasmos que empiezan y frenan
zambullirme en oasis que solo, son espejismos!

Managua, 2005

Producción biodegradable | Poema de Lolo Morales

Publicado 22 diciembre 2010 por Lolo Morales
Categorías: La Leyenda de los Sueños, Poemario Completo, Poemas de Lolo Morales

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hampones

«El banquero es un señor que nos presta el paraguas cuando hace sol y nos lo exige cuando empieza a llover.»  Mark Twain

Los banqueros estando vivos
fabrican crímenes,
ya muertos fabrican gusanos.

¡Hijo mío!, no andes en el camino de ellos;
aparta tu pie de sus senderos.

Diciembre 2006

Tomado de su poemario «La Leyenda de Los Sueños»

La Conquista (1492 – 2…) | Poema de Lolo Morales

Publicado 29 octubre 2010 por Lolo Morales
Categorías: Güegüense Mío y Otros Versos, General, Poemas de Lolo Morales, Poesía de Lolo Morales

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Las tres carabelas

¿Qué te hicieron
amorcito americano?

Te cruzaron
el sexo de pitahaya,
te rompieron
tus costillas de bambú,
te aplastaron, te partieron.

Ahora los hijos de América,
De Lautaro, Caupolicán,
Cuatémoc y Diriangén,
somos hoy
la más castigada familia
de los pobres del planeta.

Villa Fontana 1998

Tomado de su poemario » Güegüense mío y otros versos»

La poesía y tú

Publicado 28 octubre 2010 por Lolo Morales
Categorías: Los Colochos de mi Taller y Otras Virutas, Poemas de Lolo Morales, Poesía

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La poesía y tú

Vagando voy por la penumbra de tu vida
y sólo escombros encuentro;
¿ Acaso ya la lumbre de tu destino no obedece
tu mirada/
cual claro de luna te nombraba
en la canción de tu glorioso futuro,
y tus lágrimas no levanten ya más
olas de pesadumbre?

¡Va querida! Que solo hay una amante
que por ella mi vida daría;
¿Porqué te aferras a lo imposible?
Lo que la vida da, ella inclemente
lo arranca.

Allí viene por mí ella – la otra –
por mí viene
y tú de celos enfureces.
Por mí, por mí viene,
la dulce amada,
la de la dulce tonada.

No llores niña mimada,
no ves que a mí se me dio primero
el don de brillar como lucero
de escuchar la mirada de los ángeles
y recabar en ella las imágenes
que ruborizan tu espíritu.

¿Acaso no has mirado a un poeta doblado
en la mesa del sucio estanco – llorando –?
¿No lo has visto gimiendo, hambriento
en el barrio latino – allá en París – o rondando
como perro flaco en la carne asada
de la Racachaca, a la espera de un aliviane?

Y borracho, en el fondo del cristal de su alma,
como si nigromante fuera,
ve cómo se va de su vida una musa,
en el rojo escenario de su pasado,
y aún así se resiste a caer
ante la indiferente mirada de los cadáveres
que aún caminan.

Por eso, por ella,
yo cantaré,
yo volaré,
yo viviré.

Por esteros y senderos,
gritando caminaré
cantando a los luceros
mi melancolía.

Cantando a mi amante,
a quién tú, mujer,
a muerte celas;
La Poesía.

Hablando como los grandes hablan,
gritando como las estrellas gritan,
gimiendo como la humanidad gime,
deslumbrando como una supernova,
cantando como un gorrión en celo.

En armonía con los astros,
con la música de la risa y del llanto,
así viajaré trovando al son del arpa
con sentimiento de dios latino.

Sin ti no puedo vivir, pero sin ella
– la poesía – mi musa,
eterna música que me sostiene,
jamás podré decirte cuanto te amo.

Sin ella no podría llamarte
y decirte que contigo volar quiero
a esos lejanos mundos,
por mares y cielos abriendo,
los ojos hacia el horizonte,
lleno de soles
hechos para los dos.

Déjala tranquila mujer, déjala en paz,
déjala que me posea, tolérala,
jamás podrás competir con ella,
y si tú impusieras tus caprichos,
me perderías amor,
ella es más tirana que tú.

Tan vasta es la nobleza de su espíritu,
que ella,
me ama tanto para que yo,
a pesar de todo
pueda seguir amándote.

Managua, Enero 2007
Tomado de su libro «Los colochos de mi taller y Otras virutas»


El poeta y su amada

Publicado 28 octubre 2010 por Lolo Morales
Categorías: Antología Poética, Los Colochos de mi Taller y Otras Virutas, Poemas de Lolo Morales

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Amantes

Mi amado es para mí un manojito de mirra, que reposa entre mis pechos.”
Cantar de los cantares 1:13

Entre aromas y amores
he visto la música y olfateado los
colores,
el sonido del mirto he escuchado
y el amor he visto entrar en
mi alma desnuda.

Escuché a mi amada exclamar:

Amado mío, mírame, hermano mío,
tómame
quiero entrar a ese tu mundo raro
que sólo a ti se te permite penetrar.

Los labios de mi amada
son como dos rosas pálidas que él
sol ha dejado en sus tallos,
su cuello como columna de mármol
se inclina hacia delante
como si no pudiese soportar el peso
del sufrimiento que alberga su alma.

Era el rostro de mi amada
que en sublime movimiento me
hablaba,
eran para mí sus expresiones
nubes pasajeras que cobijan la cara
del sol y la hacen más bella.

Una mirada con ojos titilantes
que revela sufrimiento profundo
añade belleza a su rostro,
por más tragedia y dolor que refleje.

Mientras que el rostro apagado
pasión misteriosa no oculta, no es hermosa,
por más armoniosas que sean sus líneas.
La miel no atrae nuestros labios
a menos que antes hayamos sentido
el dulzor del ámbar de su ambrosía.

Oí que mi amada decía:

Háblame amado mío,
profeta mío,
y enséñame qué ves en el futuro antes
de que ocurra;
no dejes que el destino me aparte
de tu lado.

El nigromante le respondió:

Cuando Venus besaba mi alma de cristal,
Júpiter escribía la palabra de mi destino
en las mansiones del Olimpo.
Y si la vida cruel e insolente nos llegase
a separar, veré tu espíritu vagar
a mí alrededor como un gorrión sediento,
que desesperado aletea sobre el ojo de agua.
¡Oh! ¡Cuán grande ha sido mi amor por ti
y cuán grande su misterio!

La poetisa preocupada al aedo reclamó:

La sed de mi espíritu es más dulce
que el jugo de la caña,
y el temor que tiene mi alma de perderte
más profundo es que el mismo mar.

Pero, óyeme, amado poeta,
me paro en el dintel de tu puerta,
nada sé que hay dentro de tu morada.

Soy como una ciega que camina sin su lazarillo,
mas lo único que sé es que te amo,
que feliz te serviré y con mis pechos te arroparé,
te daré lo que una triste mujer puede darle
al más fuerte de los hombres.

El rapsoda respondió:

La sed que llevas en tu pecho, niña mía,
es más ligera que la seda
que cubre el velo de tu espíritu
y más valiosa que el oro de Salomón.

Yo apenas soy como el ciego
que camina sin su báculo
y reza para no caer.

Mas tú amada, puedes caminar
alegremente en tu sendero alfombrado
con perfume de sándalo
pintado con el dulce sabor de la begonia.


Ella, inconforme hablóle al vate clamando:

¿No me digas que la Vida jugar con mi
destino quiere?
¿Es justo apartarse del hombre que amo
para que su gloria alcance y yo me dedique
a mis afanes de ama de casa?

¿Acaso ya mi vuelo terminó?
¿Será que nuestras almas transformaron
la bruma de la noche en un ciclón alocado
que nos arrancó de raíz y nos barrió
a las profundidades de la tierra
como si de aserrín fuésemos?

¡ No, no, me resisto!

Los momentos que el amor nos mantuvo juntos
fueron más grandes que los siglos
y si la muerte nos quiere a los dos
ella nos unirá.

Dime amado mío:

¿Que será después que tú has sido a mi alma
ungüento de Qatar y sombra del Líbano,
rayo de esperanza en mis ojos,
dulce sonata a mis oídos
y alas para mi corazón?

El poeta seguro de su misión a su amada calmó diciendo:

Seré lo que tu desees amada mía.

Ella, más sosegada díjole:

Sígueme amando
como amas tus melancólicos pensamientos,
como un pajarillo recuerda su estanque,
como la hierba se yergue al sentir los rayos
del sol,
como la luna enamorada
se quiebra al oír el canto
quejumbroso de la mar serena
y como aquel rey sabio que ama a su pueblo.

Entonces, el bardo sereno finalizó diciendo a su amada:

Mi alma arropará la tuya
y te amaré como ama un infante
en los dulces pechos de su madre.

Te amaré como ama una rosa
cuando se abre en pampa
ante los rayos del sol.

De mi alma piadosa haré una residencia
para tu belleza,
y cantaré tu nombre
como un trovador le canta
a los héroes de su pueblo.

Escucharé el oleaje de tu alma
como el marinero desesperado escucha
el canto de la sirena.

Te amaré como el sacerdote ama
el canto de la campana
de su iglesia aldeana.

Te extrañaré como el extranjero,
que como poeta melancólico añora
la lejanía de la tierra que le vio nacer.
Te recordaré como el rey sin corona
que triste en la noche extraña
el día de su gloria.

Te daré mi existir
como aquel prisionero
que un siglo daría
por una hora de libertad.

Y como el pastor de los salmos canta
los verdes prados y los arroyos de cristal
de su altiva y gloriosa sierra,
así llegaré a tu alma
como llega un profeta
en el ocaso de su vida.

Managua, 26 de Octubre de 2006
Tomado de su Libro «Los colochos de mi taller y Otras virutas»

Del segundo al tercer cielo | Poemario completo

Publicado 24 febrero 2010 por Lolo Morales
Categorías: Antología Poética, Del segundo al tercer cielo, Poesía de Lolo Morales

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Portada del libro del segundo al tercer cielo

“Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes” Khalil Gibran

Prólogo de Alvaro Urtecho


La obra poética de Lolo Morales está inspirada en un profundo sentimiento más místico que religioso debido a su profundo amor por el evangelio de Cristo. Su poesía en general tiene un estilo influenciado por el “Cantar de los cantares” atribuido a Salomón.

Nuestro poeta es un gran conocedor de la Biblia y de la filosofía aristotélica y platónica; también su obra nos trae aromas de un cultismo más oriental que italianizante, influencia marcada debido a sus lecturas de los grandes poetas árabes como Khalil Gibran y Omar Khayyam.

El estilo poético que imprime a su poema “Vuelo azul” tienen profundidad y belleza; en estos versos de gran libertad y musicalidad el poeta deja plasmado su profunda pasión por su destino celeste que lo obliga a “vaciarse” del plano material que lo sofoca para luego emprender un vuelo cósmico hasta fundirse apaciblemente con su creador.

“No me tortura más
el deseo de poseerte
a cada instante,
en cada noche,
en  cualquier parte,
ni me mancharán los ojos
las penas mundanas”

En en su poema “Puro viaje”, el poeta se va redimiendo de los estragos que el mundanal ruido le inflige en su transitar por el mundo.

“Desesperados pierden su poder,
dolor,
lamentaciones,
vejez,
muerte,”

Casi toda la obra de Lolo Morales está impregnada de un gran misticismo simbolista; también resume un típico estilo de la poesía bucólica y pastoril. Más allá de este pequeño pero profundo poemario que es más bien un opúsculo, su obra poética está cargada de una encriptada sensualidad e incluso de cierto erotismo. Son apreciaciones a las que algunos colegas creen adivinar en los textos bíblicos ya mencionados.

AU

Hacer clic aquí para leer el poemario completo…

La Leyenda de los Sueños | Poemario completo

Publicado 5 octubre 2009 por Lolo Morales
Categorías: Antología Poética

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Portada La Leyenda de los Sueños

“La poesía de Lolo Morales es el viaje del poeta desde las sombras hacia la luz” (Alvaro Urtecho)

Prólogo del Autor

Lolo Morales

Pablo Neruda refiriéndose al bagaje poético Nicaragüense dijo que Nicaragua es “La garganta pastoril de América… ” Con Rubén Darío la lengua española revolucionó para siempre y hoy en esta época en que la sociedad se bate entre la revolución tecnológica y en una vida acelerada y vacía, los poetas nicaragüenses modernos o mejor dicho “posmodernistas”, si es que así se les quiere llamar, son los encargados de ser los nuevos profetas, los cantores de la vida, de la muerte, y del futuro en medio de un mundo fracasado y materialista.

Para leer el poemario completo haga clic aquí…