Prólogo de Alvaro Urtecho | Los Colochos de mi taller y otras virutas

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Prólogo de Alvaro Urtecho

En Los colochos de mi taller y otras virutas Lolo Morales proclama en su madurez la gloria y el dolor del amor de joven. El poema “El poeta y su amada” es un diálogo entre dos amantes, ésta historia levemente autobiográfica sigue la tradición de Romeo y Julieta, pero con la influencia en sus lecturas de poesía oriental y las imágenes exuberantes características propias de Gibran Kahlil.

En esta fresca poesía Morales nos revela sus “aromas y amores” de lo que en su infancia y juventud las cosas del amor calcaron su existencia y que a través de sus versos nos las revela con arreglos y caprichos literarios para el disfrute de una lectura suave y deliciosa.

«Entre aromas y amores
he visto la música y olfateado los
colores,
el sonido del mirto he escuchado
y el amor he visto entrar en
mi alma desnuda»

Los colochos de mi taller y otras virutas más que poemas que invitan a la libertad de la entrega al ser amado, son fragancias literarias salidas de un espíritu perfumado de amor como el de Morales, ellos presentan imágenes reales que se confunden con la musicalidad y el ritmo de sus versos, cambios del amor, que exploran el tema de lo profano y lo sagrado fundiéndose ambos como si se tratara de un poema salido del “Cantar de los cantares” de Salomón. Lolo deja al descubierto el significado de la existencia humana en un mundo que contiene belleza y amor profundos, en medio de las manchas de la avaricia y los dolores del sufrimiento.

EL poeta elocuentemente habla de las formas en que el corazón puede ser negado, pero solamente con resultados trágicos. En este poemario de amor, un opúsculo como los que escribe Morales, pero lleno de especial interés dentro del mercado de la ficción espiritual como historia que se ocupa maravillosamente de mezclar los ideales románticos y espirituales del amor.

AU

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